martes, 22 de abril de 2014

LA GRAN OLA de Véronique Massenot

Dentro de la colección La puerta del arte, la editorial Juventud ha editado un álbum ilustrado titulado La gran ola que utiliza la pintura La gran ola de Kanagawa de Hokusai para recrear la historia del pequeño Naoki.
Naoki es el pequeño hijo de Aki y Taro que lo adoptan cuando milagrosamente llega a los brazos de Taro caído desde una ola durante una tempestad que se desata en el mar mientras este trabaja en una barca como pescador. Naoki crece y le asaltan las típicas dudas existenciales que todo niño adoptado tienen en algún momento de su vida: como es que no he nacido de la barriga de mi mamá? Quien me ha dado la vida?
Esta es la historia de como Naoki se pregunta y la vida se encarga de responderle y de hacerle saber donde esta realmente su hogar y quienes son aquellos que le quieren.
Con una bellas ilustraciones que nos transportan al antiguo Japón, con mucha delicadeza y sutileza y a través de la metáfora La Gran Ola es un cuento sobre el amor y los sentimientos verdaderos. Puede ayudarnos a la hora de que nuestros hijos entiendan que hacerse preguntas es muy normal pero que a veces no todas las preguntas tienen respuesta o que simplemente tenemos la respuesta más cerca de lo que pensamos. Es un cuento con una gran carga poética.
A parte el libro cuenta con el valor añadido de dar información sobre La gran ola de Kanagawa y sobre su autor y el momento pictórico en el que se realizó la obra.

lunes, 21 de abril de 2014

VIAJAR CON NIÑOS

Creo que a pesar de todos estos años, y de lo que me gusta viajar, todavía no había hecho una entrada dedicada a este tema.
Viajar con niños, tema de artículos de revista y libros, lo que quiere decir que es algo que preocupa o al menos inquieta.
Nosotros antes de tener a las niñas viajábamos bastante, no es que estuviéramos siempre fuera pero no había puente que se nos resistiera, hacíamos nuestras 3 semanitas en verano, algún viajecillo fuera de temporada... en fin que nos gusta conocer lugares nuevos.
Cuando llegó Leire, la cosa se relajo un pelín pero no renunciamos a salir fuera. 
Leire resulto difícil para viajar, como podía ser de otra forma, ya sabéis que no nos pone las cosas nada fáciles. Los viajes en coche no los soporta nada bien, se marea y ya os podéis imaginar lo que ello supone, vomitonas, paradas... en fin que nos ralentiza, ni me imagino como estaría el coche si no tuviera la tapicería de piel.
Así que empezamos a diseñar técnicas para facilitarle los trayectos. En viajes cortos pronto tuvimos que enchufarle la Biodramina en viajes largo nos levantábamos muy temprano para que ella pudiese ir durmiendo con el inconveniente de que cuando ella estaba como una rosa nosotros nos caíamos de sueño.
A pesar de todo la niña ha visto con casi 8 años más cosas de las que yo vi antes de los 20. Ha visitado bastantes lugares de España y Cataluña, ha viajado fuera de nuestras fronteras como tres o cuatro veces y creemos que le gusta mucho ver lugares nuevos y decimos que creemos porque tiene la extraña costumbre de decir siempre lo contrario de lo que piensa y raramente nos comunica que se lo esta pasando bien cuando lo esta haciendo sino que cuando ya han pasado los días pues comenta y nos dice y recuerda y explica a los demás los momentos vividos lo que nos hace pensar que realmente cuando visita lugares nuevos se lo pasa bien y le gusta hacer turismo, además siempre tiene en mente que le gustaría ir aquí o allí.
Otra cosa que tuvimos que adaptar fue el tema del alojamiento, dejamos de ir de camping en tienda y empezamos a alquilar bungalows, lugares donde pudiéramos cocinar ya que con el tema de las comidas tampoco era que la cosa fuese muy fluida, ya sabéis típica niña que en casa no da problemas para comer pero que fuera no hay nada que la seduzca, también modificamos los lugares a visitar dando más prioridad a lugares más rurales y de naturaleza con atractivos aptos para niños, ya sabéis, parques temáticos, cuevas, actividades didácticas... en fin turismo familiar aunque claro siempre intentamos alternar con sitios que también nos gusten a nosotros. También ciudades pequeñas de visita relajada que no requieran jornadas maratonianas. También diseñamos la jornada de forma que no requiera madrugar mucho y aprovechando los momentos de siesta para los traslados y aprovechando más la tarde lo que implica que salimos más durante los meses del año donde hay más luz para poder aprovechar más el dia.
Afortunadamente la cosa ha ido mejorando bastante y Leire ya hace tiempo que come mejor fuera, que no se marea tanto y que gestiona mejor los mareos, lo que ha ayudado a que las salidas sean más satisfactorias. 
Siempre hay momentos de crisis: es típico que tengan ganas de ir al baño 10 minutos después de ponerse en marcha, que tengan hambre constantemente, que el tiempo no sea siempre perfecto o hace frio o hace calor, que estén cinco minutos sin querer consumir algo, que no se peleen, que no se quejen... en fin que viajar con niños no es perfecto y si para colmo en algún momento del día confluyen todos estos factores y la niña entra en barrena y se pone en plan negativo no es fácil mantener la calma. Porque claro mientras consiguen todo en el momento que lo quieren perfecto pero a la que reciben un no pues ya esta que si no me compras nunca nada, que si me quieres ver siempre enfadada, que si nunca hacemos lo que yo quiero, pues eso que sus vidas son un infierno y nosotros somos malos, tontos y feos. Ay madre que santa paciencia a mi se me acaba muchas veces y admiro a aquellos que son capaces de no perderla.
Y ahora se une Iria que bueno es más fácil de llevar pero como diga que esta cansada y que no puede caminar se planta en posición fetal, en esa típica pose china, y no hay quien la haga avanzar y claro ya no tenemos carro porque una niña que esta a punto de hacer 5 años ya no lo necesita.
A pesar de todo creo que los balances finales son positivos porque aunque no hay viaje en el que no haya momento en el que piense que porque no nos hemos quedado en casa el caso es que siempre estoy haciendo planes para la siguiente salida así que o eso, o es que soy masoca.

viernes, 4 de abril de 2014

PENSAR EN VERDE. O NO.

Hace unos días que los foros están que arden a raíz de la publicación de un editorial en la revista Niños de hoy sobre los tiempos de espera y el Pasaje Verde.
Voy a utilizar este espacio para exponer mi opinión por si a alguien le sirve de algo y sin ánimo de querer convencer o influenciar a nadie pero con la esperanza de que lo que yo pienso pueda servir a alguien, no en vano alguna vez algún seguidor me ha hecho saber que se tienen por bien recibidas mis palabras.
Cuando empezamos los trámites para nuestra segunda adopción, allá por otoño de 2007, ya se estaba dejando vislumbrar que los tiempos de espera se estaban dilatando, nosotros esperábamos que esto fuese algo transitorio y que las cosas volvieran a su cauce, el tiempo se ha encargado de demostrar que ha sido más bien al contrario. Cuando vimos que la cosa no tenía pinta de mejorar, en lo que a tiempos de espera se refiere, nos marcamos un tope de cuatro años como tiempo de espera razonable, teniendo en cuenta nuestra edad y la de nuestra hija y que nuestro proyecto de familia no pasaba por una espera eterna.
Lamentablemente poco a poco nos fuimos dando cuenta que esos cuatro años se iban a cumplir sin que pudiésemos viajar de nuevo. Así que cuando el tiempo se estaba acabando empezamos a plantearnos cual seria nuestro nuevo paso. Creo que una cosa teníamos bastante clara: nuestra adopción seria en China y la razón principal era que queríamos que nuestros hijos compartieran origen porque para ellos seria algo que seguramente les uniría y les haría ir por el camino de la vida más acompañados, puede que la primera experiencia tan y tan buena fuese también una buena razón para no probar en otro país.
Así que en este punto nos encontrábamos cuando nos planteamos que podíamos hacer y las dos opciones a la que nos llevó nuestra reflexión fue: o seguimos y nos cambiamos de vía ya que veíamos que la vía ordinaria estaba difícil o lo dejábamos correr. Visto así muchos podéis pensar que queríamos agilizar el proceso, pues no os voy a negar que en gran parte así era, ya os he dicho que no estábamos dispuestos a esperar sine die, en mi más sincera y personal opinión creo que eso es surrealista y un poco insano.
Antes de tomar ninguna decisión nos informamos mucho, hablamos con la ECAI, con AFAC, fuimos a charlas, vimos a médicos... nos costó como un año recabar toda la información que necesitamos para tomar una decisión y finalmente vimos que estábamos preparados, teníamos miedo y dudas, pero ¿acaso no hay miedos y dudas en cualquier persona que va a ser padre sea por la vía que sea?
Mientras nos preparábamos para el cambio ya nos dimos cuenta que el Pasaje Verde, ni era muy conocido ni tampoco muy difundido. No es muy positivo, siempre según mi opinión, que el Pasaje Verde se haya de tramitar obligatoriamente con ECAI. Creo que las ECAIS no están mucho por este tema, ni se implican ni te dejan ver la parte positiva y aunque si que es verdad que la adopción en China ha cambiado mucho de unos años hacia aquí, y que sí, es verdad que uno se encuentra con más situaciones indeseadas que antes, el balance general y los porcentajes son en su gran mayoría positivos.
Yo no voy a convencer a nadie que se cambie a Pasaje Verde, es algo que se ha de reflexionar muy bien, pero igual que se supone se ha reflexionado en el momento que se ha iniciado cualquier proyecto de família por la vía que sea. Pero nunca viene mal informarse, ver los diferentes puntos de vista, hablar con gente que lo ha vivido, con las asociaciones que se dedican, en fin tener toda la información necesaria y luego cada uno llegará a una conclusión u otra y tomará una decisión u otra, todas serán válidas porque entonces se tomaran con conocimiento de causa.
Lo que si esta claro es que la situación ha cambiado, niños hay, recuerdo hace pocos días la noticia donde se veía como en una noche cinco o seis niños, no recuerdo bien, habían sido dejados en una habitación de esas habilitadas para que no se les abandonase a su suerte en la calle, así que niños que necesitan una familia hay y nosotros que estamos dispuestos a ser padres hemos de tener claro que no es un camino fácil pero que no estamos solos y que siempre hay gente profesional, o no, que ayuda cuando se presentan problemas.
Después de este rollo deseo que todos los que os encontráis en este proceso lo viváis con ilusión y con esperanza, de una forma u otra veréis la luz. Muchos ánimos a todos.