viernes, 7 de mayo de 2010

LO MÁS DIFÍCIL DE SER PADRES

Supongo que si cada papa o mama se preguntase que es lo más difícil de ser padres las respuestas serían de lo más variopintas.
La verdad es que creo que ser padres es una de las cosas más difíciles a las que se enfrenta una persona.
Educar a un hijo o hija para que el día de mañana sea una buena persona es complicadísimo, que sepa lo que esta bien y lo que esta mal y que comprendra el porque es algo que lleva años y años de aprendizaje.
Los que seguis este blog ya sabeis lo preocupada que estoy siempre por si lo estoy haciéndolo bien o mal y que intento que Leire crezca en el dialogo y que se convierta en una persona con la que poder hablar, negociar civilizadamente para que todos seamos felices y vivamos nuestra historia de cariño y amor lo mejor posible.
Pero hay una cosa que se nos escapa a la razón y que no tiene que ver con la educación que podamos darles a nuestro hijos y que me desespera, me preocupa y me hace sentir tremendamente preocupara, no puedo evitarlo, soy muy hipocondriaca y me preocupo en exceso con cualquier problema de salud que pueda sufrir mi hija.
Sentir que mi hija se encuentra mal me pone mal a mi también y a veces no razono con claridad viendo problemas donde no los hay, pensando más allá, viendo el vaso medio vacio y poniendome siempre en lo peor. Lo peor es que a veces vamos al médico y no me hace sentir más tranquila porque ellos lo ven todo con mucha naturalidad y yo lo único que veo es que me hija se siente mal y lo paso fatal.
Tengo suerte, tengo a mi lado una persona que analiza y reflexiona antes de actuar, que es positiva y que ve el vaso siempre medio lleno. Si el no estuviera a mi lado me hundiría, el me transmite confianza y seguridad y cuando Leire se pone enferma cuida a la madre para que esta pueda cuidar a la hija. Así que desde aquí, se que me leerá, quiero agradecerle profundamente lo que hace por nosotras. Te queremos, papá.