Ya se que no es sano pero a veces pienso en la muerte. Pienso en como será la vida cuando alguno de mis seres queridos no este y pienso también como sería la vida de mi hija si yo no estuviera. y ¿sabeis que? Duele solo de pensarlo.
A veces pienso como será cuando pierda a mis padres. Por suerte estan bien y nada hace tener por su vida pero el destino es cruel y nunca sabemos que nos deparará el mañana. Pero almenos ellos han hecho su vida, han visto crecer a hijos y a nietos y se irían felices de saber que estamos bien y seguimos para adelante. Pero pensar que mi hija pudiera perder a alguno de sus padres siendo tan pequeña y necesitándonos tanto y pensar que yo pudiera irme sin verla crecer y todas las cosas que ofrece la vida me produce un terrible dolor. Y el dolor se multiplica por el infinito si pienso en que en algún momento pudiera perder a mi hija. No creo que haya algo más terrible que sobrevivir a un hijo.
En las últimas semanas a través de foros y facebook nos hemos enterado de la muerte de algunos papás y mamás. Que terribles noticias. Solo de pensar lo que deben estar pasando esas familias me estremezco. Solo de pensar en ese padre y esa hija que fueron a China a buscar a su hermana y volvieron a casa sin madre y sin hermana es que no tengo palabras y no acierto a encontrar explicación.
Así que cada día se ha de levantar uno dando gracias a la naturaleza de poder vivir junto a los suyos un día más y disfrutar de los momentos que nos regalamos, los buenos y los malos, del cariño que no tenemos, del apoyo. Uno ha de pensar siempre en positivo y mirar siempre para adelante, aunque haya pequeños momentos de bajones, pero siempre se ha de intentar salir de donde estemos, mirar al frente y dar gracias al destino por ese regalo que es la vida. Que cuando llegue el momento podamos decir: me voy pero mientras he estado aquí he disfrutado de cada momento. Hay que ser generoso en el cariño y demostrarlo aunque no se diga. Hay que vivir lo que se pueda con alegría y ánimos y aunque los tiempos que nos toquen sean difíciles hay que pensar que todo tiene solución menos la muerte y que si hace falta se busca ayuda siempre habrá alguien que te la brinde.
Y no pensar en la muerte, sino en la vida, porque pensar en la muerte no es sano. Porque algo que duele no puede ser sano.