martes, 29 de noviembre de 2011

¿NADA QUE CONTAR?

A veces miro el blog y pienso que lo tengo un poco abandonado pero la verdad es que se pasan los días y no hay nada destacable que contar.
La rutina diaria, el trabajo, el cole, las extraescolares, la casa, la piscina de los sábados, las cenas de los viernes, los planes de fin de semana, la familia, la serie de después de cenar, las tardes en el parque, las gestiones varias, los amigos, las redes sociales... y uno se da cuenta que no es que no pase nada sino que lo que pasa es la vida y eso más que nada es todo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

DORMIR CON LEIRE

Ya os he hablado en otras ocasiones de la evolución en el tema sueño que Leire ha ido haciendo y que en general ha sido una niña que no ha dado problemas a la hora de dormir.
Hoy quiero hablar del tema de dormir con los niños y del colecho, algo que se ha puesto de moda de un tiempo a esta parte
En casa nunca nos planteamos lo del colecho, siempre hemos pensado que hay espacios para compartir y espacios individuales y que quizás uno de esos espacio individuales es la habitación de cada uno y lo que se hace en ella. Creemos que hay que tener un espacio para la privacidad y la intimidad lo que no quiere decir que en determinadas situaciones uno se pueda saltar la norma.
Leire ha dormido sola en su habitación, siempre, y nunca le ha causado ningún problema. En alguna ocasión y siempre con causa justificada ha dormido conmigo, siempre ha coincidido con que no se encontrara bien o si se despertaba muy temprano y le costaba volver a dormirse, en estas ocasiones la niña ha pasado a mi cama y allí ha dormido, ella claro porque yo no he pegado ojo.
Dormir con Leire puedo decir que me parece un acto muy tierno, tenerla a mi lado, abrazarla, ver esa carita dormida que es preciosa... en fin es bonito, siempre que logre dormirse porque si esta inquieta y tarda mucho en dormirse la niña es bastante molestona. Da patadas, manotazos, se destapa y te destaba a ti, da vueltas por toda la cama, duerme boca arriba, boca abajo y de lado, se arrima a ti empujándote hasta que tu estas al filo de la caída, en fin que siempre que Leire ha venido a dormir a mi cama a dormido conmigo, su padre ha emigrado sin persárselo dos veces y yo no he vuelto a dormir ya que sus movimientos me mantienen alerta y en constante tensión para evitar ser agredida involuntariamente.
Así que no voy a cuestionar eso del colecho, cada uno que haga lo que quiera, pero a los que lo practican les iba a dejar yo a Leire una nochecita, que una vez pasada esa fase de sueño profundo donde no se mueve ni un ápice iban a ver claramente porque el colecho no es una opción que hayamos tenido en cuenta.