Después de cuatro años estoy convencida que en la actitud de un niño nunca nada es para siempre, o casi nunca. Los niños cambian mucho y muchas veces, gran frase, y a medida que van creciendo sus actitudes van cambiando, crecen y maduran.
Los que me leeís desde el principio ya sabeís que hubo un momento en que Leire hizo un cambio radical en el tema sueño. Así que desde aquel momento hemos vivido el momento de irse a la cama de diferentes formas.
Después de aquel cambio radical estuvimos una temporada que nos quedábamos dentro de la habitación, ella en la cama y con las luces apagadas, a esperar que se durmiera.
Cuando empezó a ir al cole cambiamos la estrategia, una vez terminábamos de cenar, nos sentábamos en el sofá a descansar, leíamos un cuento y ella se dormía en el sofá, cuando estaba dormida la transportabamos a la cama. Así hemos estado más de un año.
Pero el gran cambio vino en forma de regalo de reyes. El pasado día 5 de enero, Leire quiso irse sola a dormir, así que me preparé para instalarme en el sofá, y cual fue mi sorpresa que me dice que quiere ir a la cama. Así que la meto en la cama, la arropo, y me marcho de la habitación dejando la luz del comedor encendida, de forma que no estaba totalmente a oscuras. En cinco minutos la niña ya estaba como un tronco. Manolo y yo estábamos alucinando.
Al día siguiente y viendo el precedente, le dijimos que ya habíamos visto que no pasaba nada si se quedaba sola en la cama y que era muy mayor ya, que podía hacerlo, y hasta el día de hoy. Leire vuelve a dormir sola como durante aquellos primeros 7 meses con nosotros.
Así que si mi consejo os sirve de algo, no perdais la paciencia y no le deis importancia a segun que actitudes que, a lo mejor, os pueden parecer inadecuadas, lo más probable es que el tiempo las corrija.
Los que me leeís desde el principio ya sabeís que hubo un momento en que Leire hizo un cambio radical en el tema sueño. Así que desde aquel momento hemos vivido el momento de irse a la cama de diferentes formas.
Después de aquel cambio radical estuvimos una temporada que nos quedábamos dentro de la habitación, ella en la cama y con las luces apagadas, a esperar que se durmiera.
Cuando empezó a ir al cole cambiamos la estrategia, una vez terminábamos de cenar, nos sentábamos en el sofá a descansar, leíamos un cuento y ella se dormía en el sofá, cuando estaba dormida la transportabamos a la cama. Así hemos estado más de un año.
Pero el gran cambio vino en forma de regalo de reyes. El pasado día 5 de enero, Leire quiso irse sola a dormir, así que me preparé para instalarme en el sofá, y cual fue mi sorpresa que me dice que quiere ir a la cama. Así que la meto en la cama, la arropo, y me marcho de la habitación dejando la luz del comedor encendida, de forma que no estaba totalmente a oscuras. En cinco minutos la niña ya estaba como un tronco. Manolo y yo estábamos alucinando.
Al día siguiente y viendo el precedente, le dijimos que ya habíamos visto que no pasaba nada si se quedaba sola en la cama y que era muy mayor ya, que podía hacerlo, y hasta el día de hoy. Leire vuelve a dormir sola como durante aquellos primeros 7 meses con nosotros.
Así que si mi consejo os sirve de algo, no perdais la paciencia y no le deis importancia a segun que actitudes que, a lo mejor, os pueden parecer inadecuadas, lo más probable es que el tiempo las corrija.