jueves, 11 de noviembre de 2010

EL COLMO DE LA IMPACIENCIA

Leire no ve la tele, ella prefiere el ordenador. A Leire le encanta la plástica así que en la habitación donde tenemos el ordenador, en la mesa, ella dispone de una caja con cosas para hacer plástica: lápices, papel, papel de colores, tijeras, celo, pegamento, colores, ceras, cartolinas... en fin un montón de cosas con lo que se entretiene bastante, los juguetes la verdad es que no le llaman mucho la atención.
En la misma mesa donde hace plástica esta el ordenador y ella es donde mira los dibujos que le gustan. Manolo ha instalado como página de inicio la página del Clan, ella mira los dibujos que quiere y cambia los capítulos según le parece, tiene tan poca paciencia que, o esta muy entretenida y no se da cuenta o es incapaz de ver un capítulo entero, la verdad es que a veces creo que lo tiene de fondo pero no le hace demasiado caso, para que sea más autónoma Manolo ha ensenñado a Leire a abrir Internet con las teclas en lugar de con el ratón.
Pues ayer cuando apagamos el ordenador vimos que había abierto 57 sesiones de Internet, 57!!!!! Y es que la impaciencia le impide, incluso, esperar los pocos minutos que necesita Internet para cargarse. Y es que hay que reirse.

martes, 9 de noviembre de 2010

ENIGMAS INFANTILES 3

1. ¿Como es posible que yo tenga que decirle a Leire las cosas un montón de veces para que me haga caso si ella cuando pide algo tiene que concedérsele en una micromilésima de segundo?
2. ¿Porqué tiene que pedir las cosas un montón de veces si con una vez tengo bastante para darme por enterada?
3. ¿Tendrá que ver el primer enigma algo con el segundo? A lo mejor ella cree que como ella necesita que se le repitan las cosas tantas veces, yo también lo necesito.
En fin paciencia.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CAMBIAR O ADAPTAR

Te va a cambiar la vida. ¿Quien no ha oido esta frase cuando estaba esperando ser mamá? Es típica. Pues os he de confesar que a mi me estresaba un poquito. Me gusta mi vida, la que llevaba y la que llevo, por eso cuando alguien me decia la temida frasecita no podía evitar pensar: pues vaya rollo, porque voy a tener que dejar de hacer aquello que me gusta?
La verdad es que esta frase puede ser muy cierta, pero creo que todo depende del tipo de vida que lleves y de lo dispuesta que estes a cambiarla. Así que yo no he creído nunca en esta frase a pies juntillas.
La verdad es que llevo una vida bastante tranquila y que las cosas que me gustan hacer y mis hobbies són también bastante tranquilos. Así que tener a Leire con nosotros, creo poder decir, que no ha hecho que nos cambie la vida a este respecto, sino que la hemos adaptado un poquito. Por supuesto que ahora tenemos una persona más de la que tenemos que responsabilizarnos y eso en si mismo ya supone un cambio... pero por lo demás soy de las que creo que un niño no te ha de frenar para hacer cosas, y por hacer cosas me refiero a salir, a mantener los hobbies.
También es cierto que cuando uno tiene un bebé, los primeres meses si que son un cambio radical pero cuando el bebé empieza a ser algo mayor y a tener sus rutinas más marcadas uno ya puede plantearse hacer cosas sin temor a ocasionarle un desbarajuste, eso si las cosas se han de adaptar. En este caso los padres que optamos por la adopción, y que tenemos a nuestros hijos con nosotros cuando ya són un poquito mayores, esta fase nos la saltamos.
Conozco a padres que han vivido la llegada de un hijo como un cambio radical en sus vidas, he visto a padres que han sufrido con bastante estrés este cambio y otros que no les ha supuesto esfuerzo alguno. Conozco a padres que han vivido la llegada de un hijo intentando que esto no les supusuera un cambio radical en sus vidas, he visto a padres que han sufrido mucho no haberse adaptado a este cambio y a padres que han adaptado perfectamente al bebé a su tipo de vida. Creo que hay muchas formas de vivirlo y todas muy respetables.
En mi caso creo que, después de cuatro años, puedo decir que nos hemos adaptado a Leire pero que no hemos cambiado sustancialmente nuestra forma de vida y que seguimos haciendo aquello que nos gusta.
Por ejemplo: nos gusta hacer rutas por la montaña, antes de tener a Leire la rutas podían ser de 10-15 km. ahora son de 3-5 km.; nos gusta ir al cine, antes de tener a Leire podiamos ir varias veces al mes, ahora vamos una vez cada varios meses, escogemos mejor las pelis que no nos queremos perder y nos hemos aficionado a las series y al visionado de películas en casa; antes de tener a Leire iba a la piscina un par o tres de veces a la semana, cuando llegó Leire la apuntamos a la piscina y ahora vamos los tres y dejo de ir a la piscina cuando Leire esta de vacaciones; antes de que llegara Leire eramos dos para ir de vacaciones y salir los fines de semana, ahora somos tres; cuando no teniamos a Leire ibamos mucho de camping en tienda, ahora alquilamos bungalows; cuando no teniamos a Leire hacíamos turismo de ciudad, ahora hacemos turismo de campo y pueblo; cuando no teníamos a Leire hacíamos la siesta, ahora ni de coña; cuando no teníamos a Leire saliamos a cenar todos los viernes, ahora un viertes salgo yo y otro Manolo, en fin como veis lo nuestro no ha sido un cambio radical sino una adaptación. Así que para los que esperais y para los que desesperais, no os preocupeis que todo puede seguir igual o casi igual.

martes, 2 de noviembre de 2010

PRIMERA SALIDA OTOÑAL


Ya estaba yo echándolo de menos. Y es que durante el verano no solemos hacer rutas a pie por el monte, desde que una vez hicimos una y casi me muero del calor, aprovechamos el verano para la playa y el resto del año para caminar por el monte. El pasado domingo hicimos la primera salida otoñal. El día no acompañaba pero nosotros nos empeñamos y allá que nos fuimos a Talamanca a dar un paseo por su riera. Al llegar se puso a llover y desistimos de hacer la excursión, lo que hizo que improvisaramos y visitaramos su castillo que se puede visitar desde hace escasamente un mes, y cuando salimos de la visita las nubes habian desaparecido y el sol resplandecía, como la excursión era bastante cortita allá que empezamos a caminar a las 13.00 horas, tranquilamente que con niños ya se sabe y con unas cuantas horas de luz por delante, nos lo tomamos con calma, necesitamos algo más de dos horas para hacer 3,5 km, ya os podeis imaginar el paso que llebavámos, pero bueno pasamos la jornada al aire libre y con la mejor compañía. Que más se puede pedir.