Como ya viene siendo tradición este año volvemos a la Platja del Castell a pasar una jornada fantástica. El tiempo no podría ser mejor, sol pero sin demasiada calor, el agua fresca y transparente y la compañía inmejorable. Así que por la mañana playita, comida en el pinar al fresquito y con vistas al mar de la Costa Brava y la tarde apacible después del cafecito y el helado y sin agobios. El año que viene volvemos seguro que esta es una de esas costumbres que no se han de perder. Leire ameniza la sobremesa explicando una historia.
2 comentarios:
tienes razón!!!! esas tradiciones son geniales!!!
y el lugar es maravilloso!!!
besotes
sílvia
Hola Isabel,
por fin, tiempo para ver los blogs amigos !!! Ni te cuento los meses que estamos pasando tanto Carmen como yo...cambios laborales (traslados) en plena crisis...ahhhhhh !!!!!.
Parece que ahora va amainando el temporal y como mínimo tengo un poquitín de tiempo para leer entradas y poner algún que otro comentario.
Con bastante retraso, felicita a Leyre por sus tres añitos, que guapa está.
Espero que disfrutéis del verano y de las vacaciones.
Un fuerte abrazo
Pere i Carme
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