Te va a cambiar la vida. ¿Quien no ha oido esta frase cuando estaba esperando ser mamá? Es típica. Pues os he de confesar que a mi me estresaba un poquito. Me gusta mi vida, la que llevaba y la que llevo, por eso cuando alguien me decia la temida frasecita no podía evitar pensar: pues vaya rollo, porque voy a tener que dejar de hacer aquello que me gusta?
La verdad es que esta frase puede ser muy cierta, pero creo que todo depende del tipo de vida que lleves y de lo dispuesta que estes a cambiarla. Así que yo no he creído nunca en esta frase a pies juntillas.
La verdad es que llevo una vida bastante tranquila y que las cosas que me gustan hacer y mis hobbies són también bastante tranquilos. Así que tener a Leire con nosotros, creo poder decir, que no ha hecho que nos cambie la vida a este respecto, sino que la hemos adaptado un poquito. Por supuesto que ahora tenemos una persona más de la que tenemos que responsabilizarnos y eso en si mismo ya supone un cambio... pero por lo demás soy de las que creo que un niño no te ha de frenar para hacer cosas, y por hacer cosas me refiero a salir, a mantener los hobbies.
También es cierto que cuando uno tiene un bebé, los primeres meses si que son un cambio radical pero cuando el bebé empieza a ser algo mayor y a tener sus rutinas más marcadas uno ya puede plantearse hacer cosas sin temor a ocasionarle un desbarajuste, eso si las cosas se han de adaptar. En este caso los padres que optamos por la adopción, y que tenemos a nuestros hijos con nosotros cuando ya són un poquito mayores, esta fase nos la saltamos.
Conozco a padres que han vivido la llegada de un hijo como un cambio radical en sus vidas, he visto a padres que han sufrido con bastante estrés este cambio y otros que no les ha supuesto esfuerzo alguno. Conozco a padres que han vivido la llegada de un hijo intentando que esto no les supusuera un cambio radical en sus vidas, he visto a padres que han sufrido mucho no haberse adaptado a este cambio y a padres que han adaptado perfectamente al bebé a su tipo de vida. Creo que hay muchas formas de vivirlo y todas muy respetables.
En mi caso creo que, después de cuatro años, puedo decir que nos hemos adaptado a Leire pero que no hemos cambiado sustancialmente nuestra forma de vida y que seguimos haciendo aquello que nos gusta.
Por ejemplo: nos gusta hacer rutas por la montaña, antes de tener a Leire la rutas podían ser de 10-15 km. ahora son de 3-5 km.; nos gusta ir al cine, antes de tener a Leire podiamos ir varias veces al mes, ahora vamos una vez cada varios meses, escogemos mejor las pelis que no nos queremos perder y nos hemos aficionado a las series y al visionado de películas en casa; antes de tener a Leire iba a la piscina un par o tres de veces a la semana, cuando llegó Leire la apuntamos a la piscina y ahora vamos los tres y dejo de ir a la piscina cuando Leire esta de vacaciones; antes de que llegara Leire eramos dos para ir de vacaciones y salir los fines de semana, ahora somos tres; cuando no teniamos a Leire ibamos mucho de camping en tienda, ahora alquilamos bungalows; cuando no teniamos a Leire hacíamos turismo de ciudad, ahora hacemos turismo de campo y pueblo; cuando no teníamos a Leire hacíamos la siesta, ahora ni de coña; cuando no teníamos a Leire saliamos a cenar todos los viernes, ahora un viertes salgo yo y otro Manolo, en fin como veis lo nuestro no ha sido un cambio radical sino una adaptación. Así que para los que esperais y para los que desesperais, no os preocupeis que todo puede seguir igual o casi igual.
La verdad es que esta frase puede ser muy cierta, pero creo que todo depende del tipo de vida que lleves y de lo dispuesta que estes a cambiarla. Así que yo no he creído nunca en esta frase a pies juntillas.
La verdad es que llevo una vida bastante tranquila y que las cosas que me gustan hacer y mis hobbies són también bastante tranquilos. Así que tener a Leire con nosotros, creo poder decir, que no ha hecho que nos cambie la vida a este respecto, sino que la hemos adaptado un poquito. Por supuesto que ahora tenemos una persona más de la que tenemos que responsabilizarnos y eso en si mismo ya supone un cambio... pero por lo demás soy de las que creo que un niño no te ha de frenar para hacer cosas, y por hacer cosas me refiero a salir, a mantener los hobbies.
También es cierto que cuando uno tiene un bebé, los primeres meses si que son un cambio radical pero cuando el bebé empieza a ser algo mayor y a tener sus rutinas más marcadas uno ya puede plantearse hacer cosas sin temor a ocasionarle un desbarajuste, eso si las cosas se han de adaptar. En este caso los padres que optamos por la adopción, y que tenemos a nuestros hijos con nosotros cuando ya són un poquito mayores, esta fase nos la saltamos.
Conozco a padres que han vivido la llegada de un hijo como un cambio radical en sus vidas, he visto a padres que han sufrido con bastante estrés este cambio y otros que no les ha supuesto esfuerzo alguno. Conozco a padres que han vivido la llegada de un hijo intentando que esto no les supusuera un cambio radical en sus vidas, he visto a padres que han sufrido mucho no haberse adaptado a este cambio y a padres que han adaptado perfectamente al bebé a su tipo de vida. Creo que hay muchas formas de vivirlo y todas muy respetables.
En mi caso creo que, después de cuatro años, puedo decir que nos hemos adaptado a Leire pero que no hemos cambiado sustancialmente nuestra forma de vida y que seguimos haciendo aquello que nos gusta.
Por ejemplo: nos gusta hacer rutas por la montaña, antes de tener a Leire la rutas podían ser de 10-15 km. ahora son de 3-5 km.; nos gusta ir al cine, antes de tener a Leire podiamos ir varias veces al mes, ahora vamos una vez cada varios meses, escogemos mejor las pelis que no nos queremos perder y nos hemos aficionado a las series y al visionado de películas en casa; antes de tener a Leire iba a la piscina un par o tres de veces a la semana, cuando llegó Leire la apuntamos a la piscina y ahora vamos los tres y dejo de ir a la piscina cuando Leire esta de vacaciones; antes de que llegara Leire eramos dos para ir de vacaciones y salir los fines de semana, ahora somos tres; cuando no teniamos a Leire ibamos mucho de camping en tienda, ahora alquilamos bungalows; cuando no teniamos a Leire hacíamos turismo de ciudad, ahora hacemos turismo de campo y pueblo; cuando no teníamos a Leire hacíamos la siesta, ahora ni de coña; cuando no teníamos a Leire saliamos a cenar todos los viernes, ahora un viertes salgo yo y otro Manolo, en fin como veis lo nuestro no ha sido un cambio radical sino una adaptación. Así que para los que esperais y para los que desesperais, no os preocupeis que todo puede seguir igual o casi igual.
4 comentarios:
Pues mira, me alegro mucho!! Que me tienen todos un pokito harta ya!!!
Me imagino que, una vez tenga al niño, también me soltarán eso de, "¿no querías ser madre? pues ala, ya eres madre". Pues sí, y seré muy feliz, y seguiré teniendo todo el derecho del mundo a quejarme de lo que no me guste, que seguro que lo hay...
Encantada de haber descubierto tu blog ;)
DICHOSA FRASECITA,EN NUESTRO CASO ERA .....CON LO BIEN QUE ESTAIS SIN NIÑOS COMO SE OS OCURRE
SI RECONOZCO QUE SIN NIÑOS SE PUEDE ESTAR BIEN PERO CON MI HIJA SE ESTA MEJORRRRRRRRRRRR
Y COMO TU DICES NO ES UN CAMBIO SINO UNA ADAPTACION
La verdad es que yo pienso como tú...no tengo niños aún pero odio a los padres que se piensan que por tener hijos son invalidos, tengo una tia que nunca puede hacer nada porque tien edos hijos...pues no lo entiendo!
En fin...supongo que por eso hay padres y padres...
Besotes.
Ester.
HA NOSOTROS NOS OCURRIO ALGO PARECIDO UNA AMIGA CON DOS NIÑOS COMO NOSOTROS .ME DECIA CON LOS NIÑOS YA GRANDES Y AHORA VAS A POR LA NIÑA Y A CHINA.COSAS DE LA VIDA CUANDO VOLVIMOS DE CHINA ELLA SE hABIA QUEDADO EMBARAZADA.
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