jueves, 5 de mayo de 2011

NUNCA NADA ES PARA SIEMPRE II

A finales de enero os hice una entrada para explicaros el cambio que Leire hizo en sus rutinas de ir a dormir.
Ahora os he de explicar otra cosa.
Hay algunas cosas que Leire no quiere hacer por nada del mundo y cuando se lo proponemos ella insiste e insiste en que no y no. La mayoría de estas acciones estan relacionadas con la separación o con el cambio en sus rutinas. Nosotros creemos que son comportamientos tolerables y que ella con el tiempo ira creciendo y cambiando de forma de pensar y que por ella misma irá experimentando. Una de las cosas que Leire no quería hacer por nada del mundo era quedarse a comer en el comedor del colegio.
Los horarios de Manolo y mío nos permiten ir a llevarla y recogerla del colegio por la mañana de forma que la niña come generalmente con los abuelos que se encarga de llevarla y recogerla del colegio por la tarde con excepción de algunos días que yo libro a causa de mi reducción de jornada.
Pero de repente un día antes de las vacaciones de semana santa Leire me dijo que quería quedarse un día en el comedor y probar a ver si le gustaba.
Yo habitualmente no lo necesito pero a veces cuando por cuestiones de trabajo tengo que hacer algo por la mañanas pues la verdad me iba bien que se quedara. Así que aprovechando que durante estos días asisto a un seminario hoy hemos aprovechado para que Leire se quedara por primera vez en el comedor.
Esta mañana estaba supernerviosa, ha ido al lavabo dos veces, debía tener los nervios instalados en el estómago y cada dos por tres me decía que le dijera a la chica del comedor que ella no come patatas. En fin estaba entre nerviosa, emocionada y asustada. Y en ese estado se ha quedado en el colegio.
Cuando a la tarde la he ido a buscar al cole me ha dicho que le ha ido muy bien, que se ha comido todo con excepción de las patatas y que ha probado una fruta nueva, aún no hemos adivinado si eran nísperos o albaricoques.
Así que yo estaba la mar de contenta ya me las imaginaba felices para esos días que se presentan complicados. Pero a la hora de la cena va y me suelta: Mamá, no quiero quedarme más comedor, no me ha gustado, no he podido escoger postre.
De verdad que a veces pienso que en lugar de una hija tengo una veleta.

3 comentarios:

María dijo...

Jajajajja. bueno por lo menos lo ha probado y ha visto q no pasa nada.
Poco a poco irá soltándose te lo digo yo q con Lucía andaba igual y andamos todavía así asi.

un beso
maría

pilijingguo dijo...

El otro dia nora tambien me pidio de quedarse un dia en el comedor,veremos a ver que pasa..porque aqui conmigo hace lo que quiere y como dice tu pequeña alli en el cole no la dejaran escoger postre en fin,ja ja ja veremos a ver que pasa..
un beso

Mei dijo...

Sinceramente querida...yo tampoco me quedaría en el cole a comer...y tengo mis 40 bien cumplidos...