VAYA SEMANITA

No sabeis que ganas tengo de que llegue la próxima semana porque esta está siendo intensa y cansada.

Empezamos el domingo pasado. Leire se levantó con fiebre, respondía a los antitérmicos pero en cuanto se pasaba el efecto la fiebre reaparecía. Además tuvo algunos vómitos y de madrugada no era capaz de retener ni el agua. Así que el lunes por la mañana fuimos al ambulatorio. El diagnóstico fue gastroenteritis y a sufrir el cuadro viral. Pero el martes por la mañana la niña seguía bastante pachuchilla y me fui a Can Ruti, la verdad no estaba tranquila. El pediatra de urgencias conincidió con el diagnóstico que nos habían dado el día anterior: un virus, posibilidad de fiebre de 5 a 7 días y así hemos continuado hasta ayer por la tarde que tuvo lugar la última subida de fiebre. Es cierto que las subidas se van espaciando en el tiempo así que espero que eso sea una buena señal que el virus se va debilitando. Para colmo nuestros amigos los mocos han hecho acto de presencia en plan bestia y al antitérmico hemos tenido que añadir el mucolítico. Leire no ha ido al cole en toda la semana y esta un poco cansada y aburrida de no salir de casa lo que ha hecho que recordemos una de sus fases que menos nos gustan.

Hoy mismo además teníamos visita con el dentista. Los dientes de Leire estan perfectos pero ya habiamos detectado que su mandíbula no crecía con normalidad, así que habiamos consultado a otro dentista y hoy hemos ido a visitar el dentista de la seguridad social. Han coincidido en el diagnóstico, aún es muy pequeña, pero Leire tendrá que llevar aparatos ya que su dentadura inferior no esta creciendo bien lo que hace que tenga una mordida cruzada. Así que otro tema a vigilar.

Y por último mañana aún tenemos visita en la Vall d'Hebrón para ver los análisis en sangre de sus pruebas de la alergia. Espero que hayan salido bien.

Yo estoy más cansada de la cuenta porque claro no duermo una noche de un tirón desde hace algunos días, y yo si no duermo no soy persona.

Menos mal que hoy tenemos algo muy pero que muy positivo que celebrar, hoy hace tres años abrazamos a aquell bebé llorón por primera vez. Y hoy tenemos a una pequeña quejosilla que en aquel momento ya empezó a mostrarnos su carácter sin que nosotros lo superamos.