domingo, 11 de septiembre de 2011

UNA PRIMERA VEZ MÁS

Leire ha pasado por muchas primeras veces: el primer día de cole, la pérdida del primer diente, la primera vez que comió en el comedor del cole, la primera vez que durmió sola,... pero había una que se le resistía, dormir fuera de casa por primera vez.
El año pasado cuando hicimos la entrevista anual con la tutota de Leire una de las cosas que comentamos fue la razón por la qual la niña se negaba a ir de colonias: no quería dormir fuera de casa y así lo habia manifestado. A todos nos sabía mal que se perdiera las colonias por esta razón. La tutora pensaba que podía ser una forma de manifestar su inseguridad y el miedo a la pérdida o abandono. Nos comentó que a lo mejor era bueno para ello trabajar el tema y que se quedara alguna vez a dormir en casa de alguna abuela para que ella pudiera comprovar que la separación era temporal y que las cosas volvían a su sitio en pocas horas.
La verdad es que a mi es algo que no me preocupa demasiado y dejar a la niña a dormir fuera de casa así sin tener una razón pues se me hacía un poco difícil. Soy consciente que estos pequeños pasos se han de ir dando porque a ella le pueden servir para ganar en seguridad y independencia pero es algo que creo no se ha de forzar y que han de venir por si solos.
Ya veís que no nos hemos dado mucha prisa en forzar el tema, ya hacía más de 6 meses de la entrevista con la tutora, y no habíamos hecho nada pero la semana pasada surgió el tema, lo hablamos con ella y esta vez parecía bastante segura de querer hacerlo.
Así que ayer por la tarde la llevamos a casa de su abuela y se quedó tan contenta, como si lo hubiera hecho ya miles de veces. No os negaré que me fui un poco intranquila, ¿dormirá bien? ¿tendremos que ir a buscarla?¿estoy siendo mala madre?... un montón de sentimientos contradictorios bailanban por mi cabeza. Para colmo no habíamos hecho ningún plan especial, incluso tenía la cena preparada. Intentamos ir al cine pero todas las sesiones que nos interesaban estaban empezadas así que acabamos en casa cenando y viendo Destino Oculto, un planazo vaya, aunque ya ni se sabe lo que hacía que no veía una peli entera y del tirón.
A las 23.00 horas nos llamó para darnos las buenas noches y por lo demás todo ha ido de maravilla.
Ella se da cuenta de que va creciendo. A veces creo que se alegra de hacerse mayor pero otras creo que teme dejar de ser una niña pequeña. A mi me alegra que ella vaya haciendo sus pequeñas conquistas pero por otro lado también me doy cuenta que poco a poco va dejando de necesitarme y eso me apena un poco.

2 comentarios:

Bea - Nanita Nana dijo...

De mala madre nada... es algo positivo para ella.
Uno de los recuerdos más bonitos y divertidos que tengo de mi infancia es cuando nos quedábamos mi prima y yo a dormir en casa de los abuelos. Éramos tremendas, hacíamos miles de trastadas... y claro... ellos las consentían :D

Bea - Nanita Nana dijo...

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