lunes, 18 de marzo de 2013

PEQUEÑA CRÓNICA DEL SEGUNDO VIAJE A CHINA

Ahora que hace ya unos días que estamos en casa y que las sensaciones se van asentando es el momento de relataros un poco como fue nuestro viaje a China. Hemos necesitado unos días para poner en orden los sentimientos y los momentos vividos y puede que ahora sea un momento más adequado ya que nada más volver había demasiados sentimientos que gestionar.
El viaje empezó el jueves 21 de febrero a las 10.30 de la mañana. Por delante nos esperaba casi un día de viaje, la llegada a Shanghai estaba prevista para las 14.00 del viernes 22 de febrero. Todos los horarios funcionaron correctamente y llegamos a la hora a destino. En el camino nos dejamos dos vuelos, seis horas de transfer en Doha y varias vomitonas de Leire que descubrimos que en vuelos largos no soporta demasiado bien los aterrizajes.
Llegamos a Shanghai y teníamos por delante unos dos días para descansar y prepararnos para el vuelo a Wuhan. O eso es lo que pensábamos nosotros porque lo que se dice descansar descansamos poco.
Nada más llegar a la ciudad hicimos una pequeña parada en el Bond o malecón para poder divisar la vista más conocida de Shanghai, la verdad es que la visión no era muy buena ya que había una capa de niebla-polución que dejaba todo un poco difuminado. Pero bueno nos pudimos hacer una idea.
Después ya nos dirigimos al hotel donde nos instalamos y pudimos descansar un poco. Por la noche buscamos un sitio para cenar. La elección un local de comida rápida. No tuvimos demasiado éxito. Lo más difícil de entender para mi, esa costumbre de beber el agua caliente.
Después de una noche no demasiado placentera, los nervios no me dejaron dormir bien durante los quince días de estancia, amaneció el sábado 23, un día muy cansado ya que fue muy intenso.
Por la mañana visitamos el Tempo del Buda de Jade.

A continuación y antes de ir a comer pasamos por el jardín Yu, un bullicioso lugar bastante pintoresco que se compone de jardines y construcciones con bastantes comercios de comida y donde hay muchísima gente. Coincidió que eran jornadas festivas en China y que había mucha gente de fuera de la ciudad.

Despueés de la visita al jardín Yu nos acercamos a la zona nueva de Shanghai, conocida como Pudong donde tenemos reserva para comer. Y justo después de comer hacemos una excursión a Zhouzhuang, conocida como una de las "Venecias de Oriente" a una hora y media más o menos de Shanghai. La excursión se hace larga, hay tráfico de salida de la ciudad. La excursión merece la pena, el lugar es bonito y pintoresco y la luz nos regala unas vistas bastante bonitas del canal principal.


De vuelta a Shanghai la jornada llega a su fin pero antes tenemos sesión de masaje de pies. Interesante aunque hay momentos en que hago verdaderos esfuerzos por no parar el masaje, realmente se lo toman en serio, pensaba que iban a arrancarme los dedos.
La maratoniana jornada termina por fin a eso de las 11 de la noche después de asistir a un espectáculo de acrobacias que la verdad me pareció bastante entretenido aunque tuve que hacer verdaderos esfuerzos por no quedarme dormida.
Amanece el domingo 24 de febrero, disponemos de la mañana libre antes de partir hacia Wuhan.
Desde el hotel nos acercamos caminando a la parte que en un tiempo estuvo controlada por los franceses, en ella se situan comercios de marcas importantes que se han instalado en pequeñas casas antiguas de la época del dominio francés. De vuelta al hotel paseamos por el complejo comercial de Xitiandi, que recuerda mucho a la Roca Village.
Volvemos a la zona del hotel donde comemos en un restaurante de comida rápida  y después ya nos preparamos para ir hacia el aeropuerto.
El vuelo se adelanta y a eso de las 16.00 cogemos un avión destino Wuhan.
Llegamos sin imprevistos a Wuhan donde nos espera el guía, Juan y el chófer que nos ha de llevar al hotel. En el autobús se nos adelanta que hay problemas con la entrega, no hay nada claro hemos de esperar a mañana. Empiezan dos días larguísimos y durísimos.
El lunes y el martes los pasamos en una nube, ni nosotros ni las otras dos familis salimos del hotel, trámites, papeleos y visitas de funcionarias hacen que los dos días se hagan tremendamente largos.
Por fin el miércoles conocemos a Iria Jixiu y las cosas empiezan a normalizarse. Empezamos con los trámites que nos llevaran otros dos días más.
Por fin el jueves por la tarde tenemos algo de tiempo libre y le pedimos al guía que nos saque del hotel. Así que vamos a visitar el Templo de la Grulla Amarilla. Eso y el museo de la ciudad son los dos únicos atractivos que vemos de Wuhan ya que por lo demás nos movemos por los alrededores del hotel del qual salimos básicamente para comer. Los días son grises, incluso llueve, el sol brilla por su ausencia y la estancia se hace un poco pesada.
Por fin el sábado partimos hacia Pekin.
De sábado a jueves noche estaremos en Pekin.
El domingo es día de actividad turística. Por la mañana nos dirigimos a visitar la gran muralla china a una zona que esta bastante bien. Desde Pekin hay unos 100 km. El día es espléndido. Llegamos a la base de la montaña donde cogemos un teleférico que nos lleva hasta la muralla. 

Disfrutamos más de la excursión que la anterior vez. Recuerdo aquel febrero del 2007 hacía un frío terrible y tuvimos que dar el paseo por separado para no sacar a Leire del autobús, esta vez el tiempo acompaña y damos un paseo relajado en familia.
Después de la visita a la muralla tenemos una reserva en un restaurante de montaña, comida campestre nos dice el guía, lo que quiere decir que los productos son más naturales. No se si son más naturales o no pero esta todo buenísimo. A mi es que la comida china de China me parece bastante rica.
El domingo por la noche también disfrutamos de una cena para tomar el pato laqueado. Vamos a un restaurante que por la pinta tiene categoría, desentonamos, no vamos vestidos para la ocasión pero esta todo riquísimo.
El lunes y el martes hemos de hacer trámites pero también nos queda tiempo libre para hacer algunas visitas. El lunes lo dedicamos al templo del cielo. El parque se ha convertido en casi un símbolo y más concretamente el templo conocido como Sala de Plegarias para las Buenas Cosechas.

En el Templo del Cielo también hacemos una pequeña clase de taichí que resulta muy divertida, más que nada porque la mayoría de nosotros no tiene ni idea de hacer taichí, o almenos yo, que no acierto ni una.
Por la noche nos acercamos a la calle donde venden los pinchitos esos de insectos que salen en el Callejeros Viajeros. Lo más exótico que probamos es la serpiente, no me gusta, sabe como a mojama pero más blanda, por lo demás tomamos pollo, corazones de pollo y también unos rollitos parecidos a los durum pero con pato. No nos atrevemos con los escorpiones, las crisálidas o las estrellas de mar, la verdad es que pienso que igual estan de atrezzo para que los turistas hagan fotos porque no veo a nadie comerlas.
El martes lo dedicamos a hacer los últimos trámites. Ya esta casi todo listo y después de una visita al consulado nos acercamos a la Ciudad Prohibida, visita obligada si se visita Pekin. La zona esta muy vigilada porque se celebra estos días el congreso del partido y no podemos acceder a la Plaza de Tiananmen pero si que entramos y visitamos la Ciudad Prohibida, la morada de los emperadores. Un lugar bastante impresionante por sus dimensiones y por la majestuosidad que se desprende del conjunto de construcciones que forman parte.
Por la tarde damos una vuelta por los alrededores del hotel que se situa a tiro de piedra de la calle Wangfujing, la calle peatonal llena de comercios.
El miercoles es nuestro última dia en Pekin. Los trámites estan listos y pasamos la mañana en el mercado de la seda. Hacemos algunas compras. Comemos por última vez en un taiwanés al que hemos ido caso todos los días porque nos entienden y la comida no pica y además esta buenísima. Echo de menos esos fideos de arroz.
La salida del hotel esta prevista para las 6 de la tarde. Volvemos a casa.
Volveremos a China pero en unos años, con las niñas para conocer el país de forma relajada y visitando todos esos lugares que ahora no hemos visitado porque el turismo no era el objetivo de nuestro viaje.




6 comentarios:

Ya somos cuatro dijo...

Me han encantado las fotos...gracias por compartirlo...como siempre nos han llevado un ratito a china...besis miles tocaya

María dijo...

Cuando volvamos quiero ir allí, a Shangai, a la venecia de oriente, a esos jardines preciosos!! q chulo!!

comiste serpiente, y pinchos de esos puestos en la Wangfujing??!! ole ole y oleeee!!! así con dos narices!!

A mi también me encanta la comida china de China!!!! como la disfruté!!

besos guapa

maría dijo...

Me ha cansado solos,leerte. La verdad es que cuando veo sanghai me entra morriña. Nosotros estuvimos allí en septiembre 2007. Yo al contrario que María no conozco Pekín , pero no s si volveré, a no ser que sea a buscar al hermano@ de Carmen. Me da pánico volar .
Muchos besos para los cuatro y me alegro de que poco todo se vaya asentando.

Manuela dijo...

Isabel MUCHAS GRACIAS por compartirlo!!!
Me has hecho volver a mis vivencias en Shangai...que ganas de volver a coger esos aviones...y plantarme alli en unas... "cuanticas" horas!! jajaja.
China es PRECIOSA!!!
LA COMIDA ME ENCANTA, está buenísima !!
Vuestra peque cada vez mejor, al final y en poco tiempo se convertirá en la reina ya lo vereis y Leire poco a poco también, como pasa con todos los hermanos.
Manuela

UN GRAN ABRAZO

Camila dijo...

Nunca he estado en China, pero debe ser un viaje fabuloso. Ojala que en algun momento pueda ir. Ademas me han dicho que no es muy cara la vida alla. A pesar de no poder ir al país de Oriente por este momento, voy a tomarme unos días para disfrutar de hacer ski en chillán

Camila dijo...

Nunca he estado en China, pero debe ser un viaje fabuloso. Ojala que en algun momento pueda ir. Ademas me han dicho que no es muy cara la vida alla. A pesar de no poder ir al país de Oriente por este momento, voy a tomarme unos días para disfrutar de hacer ski en chillán