Todo aquel que tiene un hijo sabe que crecen muy rápido, que cada dia aprenden algo nuevo y que hay que estar cerca para no perdérselo. En el caso de los padres adoptivos llegamos a nuestros hijos cuanto estos ya han vivido unos cuantos meses de su vida y nos perdemos algunas cosas, es una lástima.
En nuestro caso recogimos a Leire Xin con 8 meses y medio, ella habia estado en orfanato un mes y en familia de acogida 7 meses y medio, estaba muy bien cuidada y alimentada, por lo que le estamos muy agradecidos a su mamá de acogida, pero en el tema movilidad y psicomotrocidad ella estaba un poco atrasada aunque enseguida empezo a mejorar.
Utilizaba las manos bastante bien, agarrando con fuerza aquello que le dabamos pero en cambio rechazaba que le cogiesemos las manos para jugar o simplemente para tocarla. El primer dia no se aguantaba sentada ella sola, en pocos dias los consiguió. No se agauantaba de pie, no se volteaba cuando estaba tumbada ni se incorporaba de tumbada a sentada. Leire fue haciendo sus conquistas muy lentamente. Una de sus primeras conquistas fue atender por el nombre que le habiamos puesto, le hubiesemos dejado el nombre chino pero no sonaba muy bien, otro dia os comentaré porque, y no imaginais la ilusión que nos hizo cuando una vez en casa un dia le dijimos: "Mira los pescaitos" refiriéndonos a unos pececillos que cuelgan de un movil en su habitación y ella miro hacia arriba y los señaló.
El tema lenguaje y entendimiento Leire siempre lo ha llevado muy bien, dice algunas palabras, repite muchos sonidos y hoy despues de casi 7 meses con nosotros lo entiende todo o almenos responde favorablemente cuando le comentamos algo o le señalamos algo.
Lo que peor ha llevado ha sido el tema del movimiento. Tardó muchísimo en incorporarse de tumbada a sentada, gateó tardísimos y con muchos esfuerzos, empezo a ponerse de pie en la cuna después de cumplir un año y aunque camina de la mano desde que tenia menos de un año aún con más de 15 meses todavia no camina sola del todo.
Pero creo que hoy va a marcar un antes y un después en la movilidad de mi hija. Por fin ella sola se la levantado del suelo y se ha puesto de pie, esto ya hacia unos dias que lo hacia, sin agarrarse a nada ni a nadie y ha dado unos pasitos hacia mi sin que yo la llamara.
Han sido tres o cuatro pasitos pero han sido firmes, lo ha repetido unas cuantas veces. Me ha hecho mucha ilusión que por fin mi niña haya decidido que era el momento.
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