viernes, 25 de enero de 2008

¿CHINA O VIETNAM?

Desde que somos pareja, Manolo y yo siempre hemos tenido claro que queriamos ser padres y que lo seriamos por lo menos dos veces. Por eso cuando volvimos de China teniamos claro que volveriamos, yo sentía que aún tenía alguien allí y que pronto volveriamos para completar la familia.
Enseguida que estuvimos de vuelta empezamos los trámites para poder adoptar de nuevo, durante este tiempo hemos estado demasiado pendientes de Leire de su adaptación y de conseguir ser uns buenos padres, no nos hemos dado demasiada cuenta de cuanto se estaban alargando los plazos de espera para las familias que estan adoptando en China.
Ahora estamos a punto de recibir la actualización de nuestro CI, lo que nos permitirá poder empezar nuestra segunda adopción. En nuestra segunda solicitud pusimos sin dudarlo China como el país de procedencia de nuestra segunda hija o hijo, pero ahora ya no estamos tan seguros. Nos planteamos Vietnam ante la inminencia de poder solicitar allí.
Elejir entre China y Vietnam es elejir entre el corazón y la razón. Mi razón más poderosa para volver a China es mi hija Leire, me encantaría que su hermano o hermana fuese de su mismo país, y que estuviesen unidos por sus raíces, además de por muchas otras cosas, pero por otro lado los largos tiempos de espera que se estan dando y las previsiones más bien pesimistas me hacen pensar si no sera mejor ir a Vietnam, un país que pronto empezará a dar niños en adopción a familias españolas.
No os creais también le veo pegas a Vietnam, un país más pequeño con menos población evidentemente tiene menos menores adoptables, el sistema es radicalmente diferente al chino, no se puede adoptar por protocolo público, los tiempos de espera dependen de que ECAI te lleve y con que orfanatos trabaje, y a día de hoy tampoco estan claros los requisitos y las condiciones.
Tengo un dilema importante y se que si finalmente vamos a Vietnam tendré siempre una cosa dentro, una herida que con el tiempo cicatrizará pero que siempre estará ahí. Se que si voy a Vietnam y me traigo conmigo a mi segunda hija o hijo, seré feliz y le daré a mi niña un hermano o hermana, que lo querré muchísimo, como la quiero a ella, lo educaré con todo mi amor cariño en el respeto y la tolerancia com intentamos hacer con Leire pero no se si llegaré a estar en paz conmigo misma por no haber vuelto a China.

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