DE LOS DOS A LOS TRES

Todo el mundo coincide en pensar que de los dos a los tres años los niños estan encantadores. Algunos empiezan a hablar, otros hablan por los codos, lo dicen y repiten todo y a veces te sorprendre oir comentarios que ni por asomo piensas que pueda hacer un niño de esta edad. Empiezan a ser más independientes físicamente a subirse y bajarse de cualquier sitio a experimentar. Algunos descubren los dibujos animados, fuente de sabiduria y aprendizaje, otros ya hace tiempo que se quedaron embobados delante de la tele. La cuchara ya no es un misterio para ellos y el bibebón empieza a ser historia. Los besos y abrazos ahora llueven sin que tengamos que pedirlos, eso a los papas porque a los demás es otro cantar. Empiezan a expresar sentimientos y ha hacer preguntas, muchas preguntas, repetidas muchas veces hasta la saciedad, a veces hasta acabar la paciencia del que las responde. Leire me hace preguntas del tipo: ¿Ese nene tiene casa? o ¿Ese nene tiene mama? o me dice a veces "Cuidado mama que te vas a quemar" cuando estoy cocinando o "No se habla con la boca llena" o en fin... supongo que lo que oye. En estos momentos te la comerias.
Pero de los dos a los tres también es la edad en la qual el carácter empieza a perfilarse, y os aseguro, que Leire tendrá carácter o almenos eso parece. Es la época de las rabietas, de los cabreos sin razón, del quiero esto quiero aquello, de yo ese jersey no me lo pongo, momentos de crisis que se han de pasar porque son inevitables en el crecimiento de una persona. Creo que también es esta época cuando se ha de empezar a hablar con los niños, a explicarles el porque de las cosas, el porque no se puede comprar todo lo que el desea, el porque se hace una cosa y no otra, a negociar, a ignorar los comportamientos inadecuados y las rabietas. Es la época de ser firmes para marcar unos límites, tan necesarios para los niños, es el momento de ayudarles a crecer en el respeto dejándoles a la vez su espacio. Un espacio que les ayude a definirse como personas. Es sin duda una tarea difícil que intentamos hacer cada día lo mejor posible.