lunes, 15 de octubre de 2007

ORDESA EN OTOÑO


De Torla a la Pradera de Ordesa, otoño de 2006


Por al cañon de Añisclo, llegando a la Ermita de San Urbez, otoño de 2006



En los últimos tres años habiamos tomado por costumbre ir al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un fin de semana en otoño. Me atrevería a decir que es la estación que más me gusta, todavía no hace mucho frito y no hay aglomeraciones de gente, de las que por norma y si puedo suero huir. Ordesa en otoño es precioso, un festival de colores inunda el parque y mires hacia donde mires el bosque te hipnotiza. Desde luego que las fotos que aquí os colgaré ni de lejos reflejan lo bonito que es el paisaje.


Normalmente nos alojamos en Sarvisé, en Casa Gallán o en los Apartamentos Los Acebos de Casa Martín. Desde allí hacemos excursiones durante el día, nos levantamos temprano y nos acercamos al parque. Hemos hecho ya algunas de las más conocidas: de la pradera de Ordesa a la Cola de Caballo, es larga pero espectacular. También hemos subido desde Torla a la Pradera de Ordesa, también esta muy bien y se puede ir parando para ver las cascadas y recoger setas. La que de momento más me ha gustado ha sido la que va de la Ermita de San Urbez a la Ripareta y que recorre el cañon de Añisclo, ha sido donde hemos visto los colores más espectaculares. También se puede hacer una pequeña ascensión del Parador Nacional de Monte Perdido en el valle de Pineta hasta los llanos de Lalarri, al final de los cuales hay una cascada. Y por último también hemos hecho una pequeña travesia a través de Sercué, un pueblo semiabandonado para acabar en la ermita de San Urbez. Además los pueblos de la zona también merecen una visita. Aínsa y Bielsa són los más grandes, pero hay más: Broto, Sarvisé, Oto, Torla y un poco más lejos, Biescas o la parte de Sallent de Gàllego también es bonita con la panoramica del embalse de Búbal al fondo.


Desde que tenemos a Leire con nosotros hemos dejado un poco apartadas nuestras excursiones, soliamos ir los sábados a caminar, pequeñas rutas de 10-12 km. nos hacia saborear una de las cosas que más nos gustan, la naturaleza. Estoy esperando con muchas ganas que la peque se decida a caminar sola y en poco tiempo llevarla a que disfrute también del campo. Asi que este año Ordesa tendrá que esperar porque aún nos quedan muchos rincones por descubrir.

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